Tras mi anterior post en que aconsejaba ¡No seas perfecto, sé auténtico! , mi sobrina Georgina me comentó enseguida que le había gustado mucho, sobre todo la segunda parte, aunque lo de recomendar no ser perfecto le resultaba incómodo... Es verdad que buscar la perfección no está hoy nada bien visto. Si buscáis artículos sobre El Perfeccionismo en Linkedin hay unos cuantos... y precisamente ahí mismo encontré el matiz esencial entre perfeccionismo en sentido negativo, que es intolerante ante cualquier error, y el perfeccionismo en sentido positivo, que es búsqueda de la excelencia. Aclarado este punto, Georgina, me contestó que en la formación de los músicos esa búsqueda de la excelencia forma parte del camino profesional en la interpretación de cualquier instrumento, y como ejemplo me envió la entrada de un Blog en el que una excelente pianista amiga suya Alicja Fiderkiewicz daba testimonio de su infancia con su paso por el Central School of Music in Moscow Tchaikovski State Conservatory.
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| Alicja Fiderkiewicz playing for Prof. Kestner at Central Music School in Moskow Tchaikovski State Conservatory |
Ser profesional es sinónimo de dominar unas técnicas y habilidades, de trabajo bien ejecutado, de seriedad y compromiso en la calidad de la entrega, ¿perfección? No lo creo porque la perfección no es de este mundo, como decía un buen amigo mío... Por otra parte, hay buenos profesionales en todos los campos, incluida la música, que le deben mucho a su formación en las mejores escuelas, donde se les ha exigido resultados que demuestren su dominio técnico y compromiso, su competencia profesional. Prepararse para ser un profesional implica perfeccionar una competencia, pero durante ese proceso, ¿se plantea la búsqueda de la excelencia?
La búsqueda de la excelencia podría ser el motor de una enseñanza mejor, toda una inspiración para los alumnos de cualquier nivel, desde la escuela hasta la universidad. La responsabilidad y la disciplina son valores, herramientas educativas de gran utilidad, pero la inspiración nace de la necesidad de mejorar, del deseo de alcanzar algo extraordinario. A los estudiantes de música en su formación se les exige mucho, y a veces pueden confundirse. Hay que desear que tengan cerca profesores que les ayuden en ese camino, animándoles a soñar con ser mejores. Y por eso, entiendo que las audiciones en los conservatorios son momentos para constatar progresos, y aprender a comunicar desde un escenario, para alimentar la ilusión, no tanto para juzgar un resultado.
Ser amateur , amante (mejor que aficionado), es sinónimo de disfrute, de infinita curiosidad, de apasionada dedicación. Las metas no existen, los resultados no importan tanto, y seguramente por eso no se valoran. Sin embargo, he visto a amateurs en muchos campos alcanzando resultados a la altura de los profesionales, incluso algunos con resultados excelentes.
Por eso, aunque tengas la mejor formación y seas el mejor de los profesionales, persigas o no la excelencia, me atrevo a darte este consejo, que conserves siempre tu espíritu de amante de la música, de amateur. Al fin y al cabo, como decía mi admirado Charles Chaplin "Esto es lo que todos nosotros somos: amateurs. No vivimos lo suficiente para ser nada más que eso."
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| "That's all any of us are: amateurs. We don't live long enough to be anything else." Charles Chaplin |
Para los músicos, insistiré con la ayuda de mi admirado Leonard Bernstein, quien dejó dicho " Soy un amante fanático de la música. No puedo vivir un solo día si escuchar música, tocarla, estudiarla o pensar en ella. Y todo esto aparte de mi trabajo profesional como músico; son un fan, un entusiasta miembro del público".
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"I am a fanatic music lover.I can’t live one day without hearing music, playing it, studying it, or thinking about it. And all this is quite apart from my professional role as a musician; I am a fan, a committed member of the music public." Leonard Bernstein
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